Aunque su descubrimiento seguramente se remonta a la prehistoria, la cal se conoce desde hace unos 6.000 años y ha formado parte de los revestimientos y tratamientos de acabados de una gran parte del patrimonio arquitectónico.
A pesar de que la aparición del cemento artificial en Portland en 1824 supuso el principio del proceso del declive del uso de la cal, su empleo en la construcción se remonta a la época egipcia, perfeccionándose tu aplicación en la Grecia y la Roma clásicas.
El hallazgo accidental de las cales hidráulicas nuevas posibilidades a este material, completando su enorme abanico de aplicaciones, tanto en el ámbito de las estructuras y las fábricas como en el de los revestimientos y acabados.
Obtención de la cal
El proceso por el que la piedra caliza se transforma en cal apta para su uso, recuperando finalmente sus propiedades pétreas se conoce como el ciclo de la cal.
El ciclo de la cal arranca con la calcinación o cocción de la piedra caliza a unos 900ºC, obteniéndose óxido de calcio y desprendiéndose CO2.
La adición posterior de agua o apagado convierte la conocida como cal viva en hidróxido de calcio que, amasado en diferentes dosificaciones con áridos y agua, da lugar a morteros.
La carbonatación de estos morteros a lo largo del tiempo les confiere propiedades similares a las de la piedra original.
Según el tipo de piedra caliza empleada, podemos obtener distintos tipo de cal:
- Cal cálcica, procedente de caliza pura (CL)
- Cal dolomítica, obtenida a partir de caliza con carbonatos de magnesio (DL)
- Cal hidráulica natural, si la caliza es arcillosa (NHL)
Las dos primeras, agrupadas bajo la denominación de aéreas, carbonatan en contacto con el CO2 del aire y la tercera, además de este proceso aéreo experimenta un proceso de fraguado en contacto con el agua.
Aplicaciones de la cal
En la sesión de esta semana nos centraremos en las aplicaciones de la cal orientadas a los revestimientos y acabados finales.
Los morteros de cal aérea, debido a su buena trabajabilidad y porosidad aportan un comportamiento higrotérmico óptimo, permitiendo la difusión del vapor de agua y cierto aislamiento térmico.
La cal aérea, como parte de formulaciones de pinturas, veladuras y acabados de protección, es también la más apreciada, especialmente la reposada durante meses e incluso años, especialmente en trabajos de restauración del patrimonio, en los que el respeto por las preexistencias históricas y la compatibilidad con otros materiales es clave.
Esta semana proponemos un repaso por los diferentes tipos de revestimientos de cal (cal hidratada, apagada, viva, con terracota…) y los tratamientos de acabado (pinturas, veladuras, temples, de protección…).
¿Quién es Cristina Thió y cómo podemos acceder a conocer su trabajo?
Cristina es Licenciada en Bellas Artes. Colegiada, miembro de la Associació de Conservadors i Restauradors de Catalunya (CRAC), del Grup de Recuperació i Estudi de la Tradició Arquitectònica (GRETA) y del International Council on Monuments and Sites (ICOMOS).
Es empresaria y fundadora de Chroma Restauració del Patrimoni Arquitectònic SL, empresa especializada en la restauración de edificios históricos y catalogados, bienes muebles, patrimonio industrial y arqueológico.
Cristina es especialista en arqueología y es una apasionada de los procesos pictóricos, de las pinturas murales y del conocimiento de las técnicas tradicionales, un conocimiento que defiende desde su labor de divulgación y de salvaguarda de los oficios ancestrales.
Es miembro de la Red Nacional de Maestros de la Construcción Tradicional.
En el año 2021 resultó ganadora de los Premios Richard H. Driehaus de las Artes de la Construcción.
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