El trabajo en remoto es una realidad, incluso en un ámbito tan off-line como la arquitectura y construcción. La especialización, la formación constante y el crear colaboración con otros colegas bajo la modalidad de cooperativa son algunas estrategias para hacerlo posible.

Los espacios y las formas de trabajar se han transformado para muchas personas alrededor del mundo desde la proliferación de la Covid-19.

Con cerca de 900 millones de personas en todo el mundo que permanecen en sus hogares, muchas personas han visto en la situación de empezar a trabajar de forma remota.

Y si bien el sector de la arquitectura, el diseño y la construcción se han a visto seriamente afectados, sobre todo en la construcción de obras, esta pandemia ha hecho reaccionar y re-pensar las formas de cómo desarrollamos nuestro trabajo.

Pero hay equipos de trabajo que antes de la pandemia ya venían generando nuevas forma de trabajo.

Equipos que ya generaban un trabajo en remoto, y que de una u otra manera han desarrollado estrategias para poder sostener en el tiempo una manera de trabajo flexible y muy adaptada a los tiempos que corren.

Trabajo en remoto y especialización

La arquitectura siempre ha sido un campo polivalente y versátil, pero en en los últimos años ha adquirido un nuevo paradigma mucho más innovador.

Los avances tecnológicos de la era digital garantizan nuevas posibilidades laborales a la hora de seguir especializándose como arquitectos/as.

Especialidades como la gestión BIM, infoarquitectura y realidad virtual, eficiencia energética, bioconstrucción, casas pasivas, programación, interiorismo son solo algunos ejemplo de esto.

Y dentro de cada una de estas áreas aún podemos especializarnos en algo más concreto. Y es que el mundo de la especialización tiene otras sub especializaciones que por lo general abren un abanico de oportunidades de desarrollo profesional.

Claves para desarrollar un trabajo en remoto y no morir en el intento

Una de las grandes ventajas del trabajo en remoto es la libertad geográfica que nos permite. En otras palabras: decidir donde queremos vivir.

Pero llevar adelante una estrategia de trabajo en remoto requiere planificación, constancia y sobre todo colaboración. Lo que en la práctica significa dejar de hacerlo todo tu y crear redes de colaboradores.

En esta sesión conoceremos el caso del arquitecto Luis Fernández, quien desde un pueblo de 28 personas ha generado una estrategia de trabajo en remoto que le permite trabajar como especialista en el diseño y construcción de casas pasivas.

Dentro de las estrategias que ha implementado, y de la cuales hablaremos en detalle su sesión formativa, se encuentran:

1. Crear una cooperativa como modelo de trabajo en remoto.

• Ventajas, desventajas.
• La experiencia de trabajar con colaboradores locales dependiendo del proyecto.
• Las lecciones aprendidas.

2. Las ventajas y oportunidades de vivir en un pueblo.

• Conectividad y lo clave de internet.
• Acceso a infraestructura.
• La oportunidad del medio rural frente al Covid-19.

3. Estrategias para captar clientes.

• Foros de arquitectura.
• Redes sociales.
• Web.
• Seminarios, encuentros, networking.
• Construir su propia casa como ejemplo práctico y demostrativo.

4. Escalar la empresa y formación constante

• Implementación BIM y virtualización.
• Reflexión y reinvención post pandemia.
• No competir nunca por precio.
• Especialización (casas pasivas) y formación constante.

¿Quién es Luis Fernández y cómo podemos acceder a conocer su trabajo?

Luis Fernández es arquitecto comprometido con el medio rural y las soluciones personalizadas que mejoren el diseño, confort y salud de las personas.

Especializado en viviendas energéticamente eficientes, proyectando con criterios Passivhaus para conseguir viviendas certificadas, o de muy bajo consumo.

También se desempeña como profesor de enseñanza formativa para empresas y o acciones formativas de diverso tipo.

Puedes conocer su trabajo desde aquí.

Aquí tienes la sesión con Luis Fernández sobre trabajo en remoto y cooperativas