El gas radón: qué es, cuál es su procedencia, dónde podemos encontrarlo, qué efectos tiene en la salud y cómo podemos reducir el riesgo a su exposición.
El gas radón es un elemento químico inoloro, incoloro e insípido, perteneciente al grupo de los gases nobles, que se produce de manera natural por la desintegración del radio 226 contenido en las rocas, resultado a su vez de la desintegración del uranio.
En suelos granulares gruesos (gravas y arenas), se produce una mayor emanación de radón que en suelos de grano fino (limos y arcillas), que son menos permeables. Por este mismo motivo, incluso en el caso de suelos graníticos, se produce más emanación de radón en los muy fracturados que en los más compactos.
El gas radón emana fácilmente del suelo y pasa al aire, donde se desintegra y emite radiación gamma directa y partículas radiactivas alfa. Al respirar e inhalar el aire contaminado con radón esas partículas se depositan en las células del epitelio pulmonar pudiendo provocar cáncer de pulmón.
En el aire libre la concentración de radón disminuye rápidamente y no suele representar ningún problema pero no ocurre lo mismo en interiores de espacios construidos.
Efectos del gas radón para la salud
Aunque las primeras constataciones del incremento de la incidencia de cáncer por exposición a radón se llevaron a cabo en entornos laborales (en concreto en el sector de la minería de uranio), diversos estudios confirman que, incluso en concentraciones bajas, como las que pueden encontrarse en viviendas y lugares de trabajo, el radón también entraña riesgos para la salud.
Al referirnos a los riesgos derivados de la exposición al radón debemos prestar especial atención a la radiación de partículas alfa. A pesar de que ésta es relativamente poco peligrosa fuera del cuerpo ya que la epidermis nos protege de ella, si se inhala aire contaminado, las partículas radioactivas se adhieren al tejido pulmonar y emiten radiación alfa a las células broncopulmonares.
Hoy sabemos que el radón es la segunda causa de cáncer de pulmón en el mundo, después del tabaco, y se calcula que el riesgo asociado al radón que corre una persona fumadora es 25 veces superior al de otra no fumadora.
El radón en la edificación
La concentración de radón en espacios construidos depende de diversos factores:
- la cantidad de uranio contenido en el subsuelo en el que se levanta la edificación,
- las vías abiertas en los elementos constructivos que permiten la filtración del radón al interior (fisuras, grietas, sumideros, pasatubos, etc.),
- la tasa de intercambio de aire entre el interior y el exterior, influida a su vez por los sistemas constructivos, los hábitos de ventilación y la estanqueidad del edificio,
- la presencia de isótopos radiactivos naturales en los materiales utilizados en la construcción, y
- el agua que se emplea en el edificio.
Además, factores como la humedad, la temperatura o la presión atmosférica influyen en la concentración del radón. Por ello, es necesario evaluar su concentración en el aire interior mediante mediciones prolongadas que garanticen su fiabilidad y la adecuación de las medidas que se puedan adoptar para reducir la exposición.
Las concentraciones de radón pueden reducirse mediante diversos procedimientos como asegurando la estanqueidad al aire de los elementos constructivos que delimitan espacios enterrados o en contacto con el terreno, mejorando la ventilación natural o instalando sistemas de extracción mecánica de estos espacios que generen la depresión necesaria para la migración del radón, eliminando posibles vías de entrada mediante soluciones constructivas y sellados o incrementando la ventilación de la propia vivienda.
La OMS recomienda niveles de gas radón en el aire inferiores a los 100 Bq/m3. La Unión Europea establece el nivel de referencia en 300 Bq/m3, según consta en la Directiva 2013/59/Euratom del Consejo de 5 de diciembre de 2013. Igualmente, el CTE (Código Técnico de la Edificación español) fija también el nivel de radón en 300 Bq/m3.
¿Quién es José Luis Gutiérrez y cómo podemos acceder a conocer su trabajo?
José Luis Gutiérrez Villanueva es doctor en Ciencias Físicas por la Universidad de Valladolid y trabaja como especialista en medida de radón en la empresa sueca Radonova Laboratories AB.
Está acreditado por ANECA en las figuras de Profesor Contratado Doctor y Ayudante Contratado Doctor. Ha participado en multitud de proyectos de investigación nacionales e internacionales y estancias de investigación en centros de Irlanda y Suiza y también ha sido profesor en cursos de doctorado en el Institute of Nuclear Physics en Cracovia (Polonia).
José Luis es miembro fundador de ERA (European Radon Association) y miembro de la RSEF (Real Sociedad Española de Física), SEPR (Sociedad Española de Protección Radiológica), EURADOS (Grupo Europeo de Dosimetría de la Radiación), así como de la Sociedad sueca de Radioecología y la Sociedad Nórdica de Protección Radiológica.
Participa como experto con la OIEA (Organización Internacional de la Energía Atómica) y es también editor-in-chief de la revista internacional con revisión por pares JERA (Journal of the European Radon Association).
Puedes conocer su trabajo desde aquí >
Aquí tienes la sesión con José Luis Gutiérrez sobre el gas radón y sus efectos sobre la salud
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